Eso es, no todos podemos ser políticos para intentar robar.
Primero: usted ha de carecer de escrúpulos.
Segundo: usted debe ser un sinvergüenza.
Estas dos condiciones las reúnen, de nacimiento, los fascistas. En otros casos aquellas son adquiridas a lo largo y ancho de la existencia de esta asquerosa clase de individuos.
Tercero: para usted no han de existir los remordimientos. Primero yo y luego yo.
Cuarto: usted debe ser un maestro de mentira. Le recomiendo encarecidamente que escuche a diario a nuestros Parlamentarios, Presidentes, Consejeros y demás escoria de la sociedad. Con el tiempo adquirirá soltura y habilidades insospechadas para un mortal.
Quinto: usted no debe poseer ningún tipo de sensibilidad hacia el entorno que le rodea (eso es un pecado imperdonable para un ladrón de guante blanco).
Y, por fin(aunque hay más, por supuesto), usted debe de haber nacido con los genes
torcidos. Hágase un análisis genético-los avances en bioquímica ya lo hacen posibles a precios razonables-. Si ha tenido suerte, láncese a la arena y robe, robe sin medida ni cuento.